La cosecha gruesa va llegando a su fin y sin lugar a dudas, fue una campaña mucho más compleja de lo esperado. Si bien los rindes acompañaron, las intermitentes precipitaciones fueron generando retrasos, como así también la rareza en varios lotes de soja, donde el grano estaba para ser trillado, mientras que la planta aún conservaba claras evidencias de falta de maduración. Asimismo, para la gran mayoría, el balance terminará siendo positivo.
“A diferencia de años anteriores, donde para esta época del año se suele tener todo cosechado, hoy nos encontramos con que aún restan por trillar algunos lotes de soja, algo de maíz, como así también sorgo”, comenzó señalando el Ingeniero Agrónomo Germán Kast, desde el Departamento Técnico de la Cooperativa Agrícola Ganadera de El Trébol Limitada.
A la hora de evaluar los rindes, Kast sostuvo que: “En lo que es soja de primera, si bien se esperaba una buena cosecha, hoy podemos decir que estuvo por encima las expectativas que teníamos. Hubo lotes muy buenos en lo que es la zona Oeste del distrito, o sea para el lado de María Susana – Los Cardos, con rindes que se ubicaron en el orden de los 5.000 kilos la hectárea, mientras que si nos venimos para el Este, los rindes fueron inferiores, pero que no dejaron de ser buenos”.
Acerca del llamativo comportamiento que evidenció la soja en esta particular campaña, el Ingeniero Agrónomo de la Cooperativa indicó que: “Fue un año atípico. En el mes de enero prácticamente no se registraron lluvias de consideración, con semanas de calor extremo, lo que provoco un estrés térmico importante, donde en muchos lotes se temía por la recuperación de la planta y de hecho los lotes más altos, donde históricamente se obtenían rindes cercanos a los 50 quintales, se ubicaron en los 30 quintales, producto de este fenómeno climático” y agregó: “Afortunadamente la lluvia llegó, siendo un factor clave y determinante, no solo para la soja de primera, sino también para la soja de segunda, la cual superó el estrés de las olas de calor y se recuperó notablemente, arrojando muy buenos rindes”.
Por otra parte, Kast se refirió a los rindes en maíz, destacando que: “Los maíces de primera que fueron sembrados en fecha (septiembre) anduvieron muy bien, con rindes promedios del orden de los 100 quintales la hectárea; mientras que lo negativo, es que el volumen de siembra fue muy bajo. Esto se debe a que veníamos de una campaña muy mala, afectada por la “chicharrita” y eso afectó claramente la intención de siembra de los productores”, concluyó.