Primero frenesí, luego un poco de cautela, otra vez la escalada y al final cierta estabilidad precaria. Esa fue la secuencia agitada vivida desde el miércoles por los mercados granarios y generales, primero, y luego, con el despliegue inquietante de los analistas económico-políticos, el tema ganó consideración mediática.
El telón de fondo es que así como sucedió en la Argentina hace 10 años, ahora todo el mundo con vocación de informado tomó nota de que la soja es un producto central para la economía. Y eso, para la Argentina, es sin dudas una oportunidad. No todo es lineal, claro y hay mucha tela para cortar en un escenario aún indefinido, incluso con riesgos, pero prima facie implica que se sigue abriendo la cancha, para que el principal producto exportador de nuestro país juegue en el Mundial, ya no de los agroalimentos, sino de la economía general.
Fuente: Clarín Rural