Después de prácticamente dos meses sin importantes lluvias, finalmente el fin de semana se registraron 55 milímetros distribuidos a lo largo de dos días, que si bien ya no aportan beneficios directos a la soja – excepto acelerar la maduración de la de segunda –  sirven para comenzar a recomponer el perfil de humedad de cara a lo que será la próxima siembra de trigo y fundamentalmente, un gran aporte para todo lo relacionado a las pasturas.

La lluvia fue pareja en todo el distrito y los 55 milímetros que se registraron, se dividieron en tres etapas entre el viernes y sábado con una moderada intensidad, lo que permitió una buena penetración en el suelo, siendo el puntapié para lo que deberían ser los óptimos niveles de humedad para los meses próximos. De igual manera, para llegar en condiciones ideales a la siembra de trigo aún faltaría una similar cantidad de lluvia, aunque toda hay un prudencial plazo de tiempo como para que se registren las mismas.

Por el momento, se aguarda con suma atención el pronóstico del tiempo, dado que todas las miradas están puestas en poder culminar la cosecha de soja, donde de primera queda alrededor de un 10%  y en cuanto a la de segunda recién se ha comenzado.